¿Cuántas veces hemos visto a un perro asomando la cabeza en un coche en marcha? ¿Cuántas veces nos habremos preguntado por qué lo harán? Quizás están interesados en el paisaje o en la velocidad, o quizás sea esa sensación de libertad que les proporciona el aire en la cara.
La realidad es que a ellos les encantan los aromas y lo que buscan es percibir todos los olores que les proporciona el viento y la velocidad del coche. Son capaces de detectar millones y millones de partículas a través de las que obtienen una gran cantidad de información de todo lo que ocurre a su alrededor y eso para ellos es divertidísimo.
Os dejamos este precioso video y os animamos a experimentarlo con vuestros peludos (siempre con precaución y a velocidad moderada)